El uniforme escolar chileno se emplea en las instituciones educativas tanto de la educación primaria, como media.
Sin embargo, esto no siempre fue así, ya que, por ejemplo, en la década de los 30’s del siglo XX, no era para nada común que los colegios y escuelas contarán como un obligatorio el uso de uniformes para sus alumnos.
No fue sino hasta que Carlos Ibáñez del Campo ocupó el poder del estado chileno que se volvió obligatorio que en la educación primaria y la educación media se tuviera un reglamento donde se describiera el uniforme con el que vestirían sus estudiantes.
En realidad, las razones que justifican esto son diferentes. Por ejemplo, se buscó principalmente minimizar o, idealmente, eliminar por completo la discriminación entre el alumnado, a la vez que se promovía la educación pública. Esto último, en una sociedad donde existían una gran cantidad de niños que no contaban con la oportunidad de estudiar, o bien, sufrían de una economía familiar bastante frágil.
Posteriormente, en específico durante el gobierno de Eduardo Frei Montalva, se estableció que el uniforme escolar chileno contaría con las mismas características para la totalidad de las instituciones educativas en el país, sin importar si eran de carácter privado o público. Esta medida duró bastantes décadas, hasta que, finalmente, en el año de 1995, se echó atrás.
Hoy en día, la legislación del estado chileno describe que ningún tipo de institución de este tipo puede establecer como una exigencia el empleo de los uniformes escolares. De esta forma, esto se aplica en la gran mayoría de las escuelas privadas y públicas del país.
¿Cómo ha sido y cómo es el uniforme escolar chileno?
De manera tradicional, el uniforme escolar chileno se encuentra compuesto, en el caso del sexo masculino, por una camisa de color blanco (si bien, en ciertos casos, esta prenda se cambia por una de color azul celeste), un pantalón en tono gris y una chaqueta en color azul marino. Por otro lado, el uniforme en el caso del sexo femenino se encuentra compuesto por una camisa blanca y un jumper, que se trata de un vestido en color azul marino que no cuenta con mangas y se trata de una sola pieza.
Debido a los colores elegidos en el uniforme escolar chileno, que son gris, azul marino y blanco, popularmente se les ha conocido a los estudiantes que lo portan cmoo “pingüinos”. De hecho, una serie de protestas de estudiantes de educación media en el año de 2006, en la actualidad, recibe el nombre popular de “Revolución de los Pingüinos”.
Hablando del uniforme en educación primaria, al uniforme antes descrito se le añade de manera tradicional una cotona para los hombres, y para las mujeres una especie de delantal, muy semejante a una bata.
En lo que respecta a la cotona ya mencionada, se trata de una prenda en color café claro, en tanto que el delantal delas mujeres, tiene celeste y blanco, o bien, simplemente blanco.
Durante buena parte del siglo XX, los alumnos masculinos que contaban con hasta 14 años de edad llevaban un pantalón hasta la rodilla, algo que en la actualidad se ha eliminado por completo.
De hecho, fue a partir del año de 1995 que este uniforme escolar chileno tradicional poco a poco desapareció, primero en las escuelas subvencionadas y privadas y, después, en las públicas. En las primeras, empezaron a emplear tanto colores como diseños propios, con características diferentes entre sí.
A pesar de esto, en pleno 2022 podemos encontrar diversas instituciones educativas que continúan aceptando el uso del uniforme tradicional, prácticamente sin alteraciones; o bien, ha habido casos recientes de instituciones privadas que han vuelto a establecer el uso de este tipo de uniformes, cuando en el pasado ya habían elegido uno diferente; especialmente al hablar de actos oficiales y ceremonias.
En el presente, el uniforme escolar chileno es, sobre todo en instituciones privadas, una manera de publicitar a colegio. Sin embargo, en todas las instituciones educativas del país, funciona para mejorar la seguridad de los alumnos, ya que todos, sea cual sea su situación económica o social, visten de la misma forma. En tanto que en caso de salidas escolares o excursiones, el alumnado puede ser identificado y reconocido de una forma mucho más sencilla.